miércoles, 18 de marzo de 2009

LO QUE EN CIELO PASA



Increíblemente, y providencialmente, CIELO cuenta - y ha contado - con lo más graneado en materia de líderes, pastores, adoradores, planificadores, estrategas y ministros, que han engalanado nuestra corta existencia.

Prueba indubitable de ello es el hecho de que Yaque Valera, que adorna con la presencia de Dios en su vida a través de su voz los más diversos escenarios cristianos de nuestro país, y el pastor Miguel Ángel Fortuna, erudito y brillante expositor de las Escrituras, estuvieron compartiendo los talentos que Dios ha colocado en ellos de manera impactante y con los más altos y exigentes niveles de excelencia.

Haciendo uso de su gran capacidad de síntesis, el Pastor Fortuna abordó con gran maestría la llave para el entendimiento del misterioso Libro de Apocalípsis . Ya nuestra salmista había acompañado su interpretación con gemidos indecibles que nacían de su corazón, intercediendo así por nuestra congregación, que al igual que muchas otras, recibe ahora los embates financieros de la crisis económica mundial que cada vez más asoma sus tentáculos a los bolsillos y corazones de millones de creyentes a nivel mundial.
Por petición expresa del Pastor Fortuna, Yaque tuvo que repetir de nuevo su interpretación, para enviar a todos con la misma presencia de Dios a sus hogares.

Entre los asistentes, cabe mencionar la presencia del distinguido Dr. Dunker, y de su maravillosa secretaria, quien pidió de manera formal y pública pertenecer a CIELO, en confirmación con lo que el Espíritu Santo había ministrado a su vida, y a quien recibimos en el amor de Cristo.

Agradecemos de manera muy especial a nuestra querida pastora asistente Cecilia Trinidad, quien nos hizo llegar estas notas, ya que nos encontrábamos atendiendo a un viaje de estado en la vecina República Bolivariana de Venezuela.

El Domingo nos depara la segunda entrega de esta serie, agradeciendo a Dios por darnos la primera oportunidad de abordar temas escatológicos de importancia en nuestra novel comunidad.

Bendiciones mil, Cx!

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